sábado, 29 de febrero de 2020

10.2. El gobierno radical cedista (1933-1935). La Revolución de Asturias. El Frente Popular, las elecciones de 1936 y el nuevo gobierno.

En 1933 hay elecciones y ganan los partidos de derecha organizados en la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), de Gil Robles (de derecha y extrema derecha) y el Partido Radical (derecha populista) de Alejandro Lerroux, que se convierte en jefe de gobierno. Es el llamado bienio radical-cedista.
La abstención es baja (33%), a pesar de que los anarquistas llaman a los obreros a no participar. Sin embargo, esa abstención explica en parte el triunfo de la derecha, junto con la dispersión electoral de la izquierda y un discurso de la derecha basado en el orden y la eliminación de los conflictos sociales.

Primera etapa del bienio

Alcalá-Zamora elige a Lerroux frente a Gil Robles, que no había manifestado su adhesión a la República y parecía cercano a posiciones extremistas. Las medidas de Lerroux van encaminadas a modificar las del bienio progresista: paraliza la reforma agraria (expulsa a los campesinos y devuelve las tierras); vuelve a subvencionar a la Iglesia; Ley de Amnistía para militares golpistas de 1932; freno a la construcción de escuelas; bloqueo de los Estatutos de Autonomía.
El mundo político se radicaliza: la CEDA, con el aumento de la conflictividad social, hace guiños al fascismo. Aparece la Falange, que se fusiona con las JONS (1934). Dirigida por José Antonio P. de Rivera (hijo del dictador), es una formación fascista. Surge Izquierda Republicana, que aglutina a los republicanos. El PSOE y la UGT, por temor al fascismo, se hacen más revolucionarios. Los anarquistas continúan su labor revolucionaria (CNT y FAI).

La Revolución de Asturias

En 1934, Lerroux es obligado a dimitir precisamente por amnistiar a los golpistas, algo que el presidente Alcalá Zamora se niega a firmar. Además, a comienzos de octubre Gil Robles exige participar en el gobierno y  los sindicatos lo interpretan como la llegada al poder del fascismo, ante lo que convocan huelga general revolucionaria. Esta fracasa en casi toda España, excepto en Asturias, donde la unión de CNT y UGT logra hacer avanzar la revolución. Para reprimir la Revolución de 1934, el gobierno envía al ejército, mandado por Francisco Franco. El 18 de octubre, la Revolución queda ahogada: más de mil muertos y miles de encarcelados y condenados a muerte.

Segunda etapa del bienio

Después de la Revolución de Asturias, el gobierno endurece su política: nueva Ley de Reforma Agraria, que paraliza definitivamente la entrega de tierras a campesinos; suspensión del Estatuto de Cataluña (Lluis Companys había proclamado en octubre del 34 el Estado catalán dentro de la República federal española).
Gil Robles aprovecha su situación (Ministro Guerra) para colocar a militares antirrepublicanos: Gral. Fanjul, Franco y Mola.
El Partido Radical decae por el escándalo del estraperlo (juegos ilegales concedidos a extranjeros a cambio de regalos): Lerroux, que había vuelto al gobierno, dimite. Surge otro partido derechista, el Bloque Nacional, dirigido por Calvo Sotelo (monárquico y autoritario).

Elecciones de 1936 y Frente Popular

Los partidos de izquierda y nacionalistas se agrupan en el Frente Popular (Unión Republicana, PSOE, PCE, Partido Sindicalista, ERC y POUM). La derecha también se une, en torno a la CEDA y el Bloque Nacional.
Los anarquistas deciden no hacer campaña por la abstención, motivados por la existencia de miles de presos, que serían amnistiados si ganaba el Frente Popular. Esta vez la abstención es más baja (28%) y ganan las izquierdas por un margen escaso de votos.
El gobierno del Frente Popular es presidido por Manuel Azaña: proclama amnistía a los represaliados en la Revolución de Asturias; recupera el Estatuto de Autonomía catalán y pone en marcha el gallego y el vasco; retoma la reforma agraria. Cambio de Presidente de la República: Azaña sustituye a Alcalá Zamora.
El nuevo presidente del gobierno será Santiago Casares-Quiroga. No entra el PSOE, que se radicaliza con Largo Caballero al frente.
Durante esta etapa crecen los enfrentamientos callejeros entre la izquierda y la derecha. En previsión de un golpe de Estado, se aleja a los generales sospechosos: Mola (Pamplona), Franco (Canarias), Goded (Mallorca).
El 12 de julio de 1936 es asesinado el teniente de la guardia de asalto José Castillo. En respuesta, José Calvo Sotelo, líder derechista, es asesinado. El 17 de julio de 1936, los militares se sublevan contra el gobierno. Comienza la guerra civil.

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