domingo, 20 de octubre de 2019

3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa.



A partir del reinado de Felipe III los problemas de España se agravan y hablamos de decadencia. Porque suponen supone la pérdida de la hegemonía europea y pasar a ser una potencia de segunda categoría.

La política pacifista de Felipe III desembocó en la llamada Pax Hispánica: firmó la paz con Inglaterra (1604) y la Tregua de los Doce años con las Provincias de Unidas de Países Bajos (Norte) en 1609. A finales de su reinado, sin embargo, España se verá involucrada en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).

Esta fue un conflicto que comienza con el nombramiento de Fernando II como emperador germánico. Fernando II (tío de Felipe III) es católico y eso provoca una rebelión de los protestantes en 1618. La guerra se extendió por toda Europa.

Felipe IV participa activamente en la guerra para defender la fe católica y la dinastía de los Habsburgo. Durante su reinado, Francia entrará en el conflicto, apoyando a los protestantes (Holanda, Suecia y reinos germanos). Además, se termina la tregua de los Doce Años y vuelve a empezar la guerra en Países Bajos. España será derrotada en diferentes batallas. La Paz de Westfalia (1648) pone fin a la guerra: reconoce la independencia de las Provincias Unidas.

La guerra contra Francia continúa hasta la firma de la paz en 1659 (Tratado de los Pirineos). España pierde territorios y admite el matrimonio de Luis XIV con una infanta española. Esto traerá a los Borbones a España en 1700.

Durante el reinado de Carlos II se firma la paz con Portugal, concediéndole la independencia (1668). Se cede a Francia el Franco Condado (noreste de Francia) y territorios de los Países Bajos. España confirma la pérdida de hegemonía, aunque mantiene territorios en Europa (Bélgica, Nápoles, Sicilia…)

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